domingo, 27 de noviembre de 2011

Restaurando cachureos

La hermana de mi novia nos trajo de su viaje por París una fotografía simplemente maravillosa. Estuvo guardada por meses en el escritorio de nuestro hogar, esperando el marco preciso para exhibirse, pero éste no aparecía. Yo sabía que debía ser un marco bien "rococo", con harto detalle, también lo imaginaba blanco para que la foto luciera más y combinara con el estilo de nuestro comedor, pero como evidentemente algo así costaría caro y no había plata para comprar marcos caros (no por ahora), había que ingeniárselas...
Soy amante del "Persa bio bio", me encanta. Debe ser porque toda la vida viví como a cuatro cuadras de ahí, así que tiempo libre que tenía partía a cachurear y a pensar ideas. El otro día fuimos en familia al persa y sin buscarlo apareció...Si, apareció el marco que estábamos buscando. Había un señor en una esquina vendiendo un par de cachureos, entre ellos un marco de fotos (no era taaan rococo, pero por detallitos no se quedaba), y me tincó. Estaba en muy mal estado (el marco, no el caballero) y me costó tan sólo una luca ($1.000). Obvio que lo compré, total era sólo una luca (¿quién no se compra tonteras con una luca?). Me miraron con cara de espanto, pero yo estaba seguro de convertirlo en lo que imaginaba.
Bueno, llegué a la casa y compramos un tarrito de pintura blanco (esmalte sintético porque es más brillante y resiste el agua), un brocha delgada, una lija fina y aproveché una pasta de modelar que tenía guardada entre mis materiales (como ven nada caro y al alcance de la mano). El marco quedó precioso, obvio que la foto se luce mucho más. No es para nada profesional (esa es la gracia), cualquier persona lo puede hacer.






Les dejo algunas fotos para que vean el proceso y se animen.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Cuando el espacio es prestado...

Hace casi dos años salí de casa, me emparejé y partimos a formar un hogar con mi novia (saludos baby). Como vivimos en las condiciones que muchos viven (arrendamos), este espacio diríamos que es "prestado", por lo que teníamos que ir poniéndole el sello personal con detalles fáciles de remover y que no dejaran huellas, todo para que el dueño devuelva el mes de garantía completito (los que arriendan entenderán). Bueno, les dejo una idea para alegrar el baño, y cuando reciban visitas les comenten lo curioso y simpático que puede llegar a ser un simple espejo. En mis primeras ideas estaba hacerle un mosaico, pero como "había que entrar a picar" pensé un poco más y vinieron los materiales a mi cabeza: Revistas (Condorito en mi caso), forros para plastificar (lo venden en las librerías), el infaltable cortacartón (tip top, cuter o como lo conozcan), regla (metálica idealmente), tijeras (si es que les es más cómodo).
Ya, como verán es muy fácil y barato.
(Además yo le pegué un par de recortes a la tapa del water y en las paredes).



Espero les guste y a trabajar.

lunes, 21 de noviembre de 2011

"Clementina soñadora"

Clementina es una niña serena, silenciosa  y con una mente llena de misterios. Le gusta encaramarse a los árboles y ver como el sol tiñe de naranja la tarde. Lo contempla con sus ojos color miel, envueltos por finas y cortitas pestañas. Mientras el sol baja pide deseos, imagina besos, respira profundo el viento entre las hojas bailarinas, sueña con jazmines y le encanta escuchar como los grillos afinan sus voces para dar serenatas nocturnas.
Clementina desea  ir al colegio, rodearse de letras y números, corazones dibujados en los cuadernos y manzanas rojas brillantes sobre la mesa. Para Clementina hay otro destino.
Clementina tiene hermanos, tiene alma de madre. Aprende las labores de la casa sin abrir su boca. Inventa mágicas recetas mientras en su cabeza bailan las mariposas y brotan las amapolas. Tiene manos delgadas, pero fuertes, uñas pequeñas y delicadas. Se viste con pintoras floreadas y ligeras zapatillas, es suavemente chascona y perfumada. Crece su cuerpo y sus pensamientos.
Clementina es una lolita lejana de los ruidos y cercana a los silbidos solitarios, le encanta regar los helechos y los limoneros de su jardín. Le encanta sentir la tierra entre sus manos y sumergirlas en agua fresca, la entretienen las cosas simples, adora dormirse entre los acordeones de los tangos.
Clementina es una mujer observadora, le gusta la limpieza, adora a los niños y les habla con un tono de hada buena, en su maleta encantada debe tener una varita y polvos mágicos. Sigue hermosamente chascona.
En las noches Clementina llora, quiere dormir abrazada, quiere dar besos de enamorada, quiere acariciar su vientre y sentir como baila un picaflor en sus entrañas,  quiere subir a lo más alto de la montaña y gritar hasta desaparecer. Volar como una golondrina en busca de la primavera, perderse en la tormenta y flotar como la espuma.
Clementina está sola, adolorida y resignada, llena de suspiros y palabras nunca pronunciadas. Han pasado los años y Clementina ha vuelto a ser una niña, se cumplen sus deseos y vuela entre las nubes, brilla como el lucero más cercano a la luna.





sábado, 19 de noviembre de 2011

Infinito millón...

Cuando era chico mi mamá me dijo un día...-Luciano ¿cuánto me quieres?- Yo pensaba mientras respondía en las medidas típicas de los niños y a veces de los adultos. Hasta el sol, hasta la luna, hasta las estrellas. Lo más lejos que imaginaba. ¿Mamá, cuánto tu me quieres?- pregunté. Ella me respondió "Infinito millón"... Es una frase típica en mi vocabulario. Me gusta infinito millón, quiero infinito millón, me carga infinito millón, amo infinito millón y uno piensa infinito millón....Entre todo lo que uno piensa hay infinito millones de ideas...Creo que lo mejor es compartirlas, así nos sirven a todos y lo pasamos infinito millón de bien!